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De lo más esperado en el debut de Universidad Católica en el Torneo de Apertura 2008 era lo que fuesen capaces de hacer dos de las nuevas cartas que lucían los cruzados en el estreno. Ailton Da Silva y Darío Botinelli querían llevar alegría a las gradas y este es el resumen, con distinto sabor en el primer partido que midió a la UC y Santiago Morning, para dos que quieren lucirse con la camiseta de la franja esta temporada. ![]() CUARENTA MINUTOS PARA LA ILUSIÓN... Da Silva comenzó movedizo. Sus ganas y la disposición técnica lo hicieron cargarse hacia la izquierda. Por la banda intentó desbordes constantes, pero no encontrarse con el balón lo hizo ir perdiendo la paciencia a un grado tal que más adelante aquello le pasaría la cuenta de manera irreversible en el cotejo. Los números del brasileño arrojan los siguientes resultados. En 40 minutos de juego (fue expulsado tras reclamar al juez del compromiso luego de que le sancionaran una falta) Ailton probó una vez directo al arco, entregó nueve veces en forma correcta el balón y en dos se equivocó. Le sancionaron dos posiciones fuera de juego, cometió igual número de faltas y recibió una tarjeta amarilla y una roja. Movedizo en todo instante, cuando no recibió el balón bajó a buscar mayor contacto con sus compañeros y colaboró en el dos y tres a cero con bastante protagonismo en ambas jugadas; sin embargo lo interesante del debut se empañó casi al término del primer lapso cuando tras una jugada confusa reclamó y aplaudió al árbitro. Bastó eso y el debut llegaba a su fin. Tras el partido vendría la reflexión. “Reconozco que me equivoqué al reclamar, pero me habían pegado tres patadas. El aplauso estuvo de más. El juego mostró un equipo compacto y en lo personal creo que jugué un partido bastante aceptable”, reflexionaba el refuerzo cruzado tras concluir el lance en que sólo pudo estar en cancha por 40 minutos. BOTINELLI APORTÓ TALENTO, MANIJA Y DOS ALEGRÍAS Ya ante Colo Colo y en juego amistoso, había demostrado que su aporte podía significar criterio a la hora de distribuir juego, pero tampoco le complicaba acercarse a arco contrario y llevar alegrías a la hinchada cruzada con un aporte goleador. Fue sin duda uno de los puntos altos del partido y ello se reflejó cuando a los 33 minutos de la segunda fracción un cerrado aplauso era la invitación a disfrutar el final desde la banca. Explosivo en todo instante, voluntarioso y moviéndose libre por el medio terreno, alimentó de eficiente manera a sus delanteros. Durantes los minutos que estuvo en cancha 17 veces acertó al ceder el balón a sus compañeros, sólo en ocho falló, tuvo un tiro a portería y anotó dos bellas conquistas. El primero (en el segundo tiempo), Botinelli encaró y con tiró cruzado venció la resistencia del portero Loyola de Santiago Morning; sin embargo el que vendría después sería reflejo de toda la técnica del ex San Lorenzo de Almagro. Con un sutileza y entrando libre por el centro de la defensa bohemia, cuchareó el balón y definió con plena categoría. |
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